Realización de la vÃa ferrata de la Cascada del Sorrosal, situada en el pueblo de Broto (Huesca). Es una vÃa de dificultad baja-media y con muy buena equipación en todo el recorrido, pudiendo disfrutar de unas muy buenas vistas por el entorno por donde discurre, junto a la cascada que le da nombre. Recomendable hacerla en primavera al llevar el rÃo todo el agua del deshielo de las altas cumbres lo que le da más espectacularidad a la que por sà misma ya tiene. El acceso al pie de la vÃa se hace en 5 minutos, y la vuelta por un sendero muy claro de bajada hasta el pueblo en unos 20 minutos. En total se puede hacer en unas 3 horas a un ritmo tranquilo disfrutando del entorno.
Aprovechando que las previsiones de tiempo para el fin de semana iban a ser buenas y que podíamos hacer una escapada por los Pirineos, de nuevo me junto con Esteban “el Lute” para planear irnos a hacer la via ferrata de la Cascada del Sorrosal, en el pueblo de Broto (Huesca).
Por las reseñas que habíamos leído aparentemente no tenía demasiada dificultad y no era excesivamente larga, así que dicho y hecho quedamos a las 8 de la mañana para meterle una nueva tanda de kilómetros al coche hasta llegar al pueblo de Broto en unas 4 horas, menos mal que la mayor parte de la ruta va por autovía, aunque con el límite de los 110 kms/hora parece que no llegues nunca.
Nada más llegar al pueblo aprovechamos para comernos el bocata junto al río, lo bueno de esta ferrata es que tiene muy poca aproximación, en 5 minutos ya estás al pie de la vía saliendo desde el mismo pueblo, antes de cruzar el puente que se dirige a Oto hemos de tirar río arriba por un camino asfaltado y estrecho que hay, ya hay indicaciones de la cascada al comienzo, es muy fácil de seguir.
Dicho y hecho, en pocos minutos nos plantamos al inicio de la via ferrata, tras cruzar al otro lado del río por un pasarela que hay. Vemos que un grupo de gente va por delante pero a bastante distancia por lo que seguro que no los alcanzaremos. El entorno es realmente espectacular, con la cascada cayendo desde una buena altura por el barranco que se ha formado.
Tras ponernos todos los cacharros obligatorios para poder hacer la vía, Esteban comienza a subir primero mientras yo le hago fotos desde abajo. Una de las cosas que enseguida aprecias al comenzar la ruta es la muy buena equipación que tiene, a veces quizás hasta excesiva, lo que te obliga a ir pasando los mosquetones del disipador frecuentemente cada vez que hay un nuevo tramo en el cable de vida. Las grapas están muy bien ancladas y son bastante gruesas.
Hay que decir que esta vía ferrata es de pago durante los meses de Julio y Agosto, ya que ha sido equipada por el Ayuntamiento de Broto, el precio creo que son unos 3 €, se supone que para el mantenimiento de la equipación, la verdad es que vale la pena pagar ese pequeño precio, aunque me imagino que durante los meses de verano esto tiene que ser un auténtico hormiguero de gente subiendo por aquí, por no hablar del calor que tiene que hacer…
La ferrata transcurre al lado de la cascada, que en estas fechas va muy cargada de agua debido al deshielo de las altas cumbres, es quizás la mejor época (en primavera) para hacerla. Tras superar un primer tramo algo vertical pero fácil, el camino comienza a tirar hacia la derecha mientras sigue ganando altura, en dirección hacia la cascada, tanto los agarres de manos como para los pies están situados estratégicamente para que la progresión sea más segura. De hecho en toda la ferrata no encontramos ningún tramo que fuera excesivamente comprometido de pasar, íbamos bastante seguros. En un momento determinado encontramos una escalera para subir un pequeño tramo vertical, la cual se mueve bastante y parece que se vaya a desencajar de la roca donde está situada.
En algunos momentos hay instaladas cadenas que nos sirven de pasamanos (recordar que el cable de seguridad está para solo anclarnos, no para sujetarnos ni tirar de él, eso sería trampa!). Tras subir por un tronco con peldaños tallados y luego un nuevo tramo de grapas y cadenas, llegamos a un flanqueo horizontal hacia la derecha en dirección a la cascada, ahora sin ganar ni perder altura. Este flanqueo nos situará a los pies de uno de los tramos más espectaculares de todos, una escalera metálica con muchos metros de altura.
Aunque subir por una escalera es bastante seguro, vista desde abajo te da cierta impresión, y más si te pones a pensar que aquello se comience a mover a medida que subas. Por suerte la escalera está perfectamente anclada a la roca y no se mueve ni un milímetro, lo que te da más confianza al subir, de todas formas nos vamos asegurando en cada tramo del cable de vida por si acaso, los excesos de confianza nunca son buenos.
Afortunadamente estamos solos en la vía y no viene nadie por detrás, así que podemos ir haciendo la ruta con bastante calma haciendo fotos tranquilamente, de haber un grupo aquí se podrían formar algunos atascos. Mientras yo subo el Lute se queda abajo grabando un poco de vídeo también, que estos momentos luego siempre quedan para el recuerdo, lo malo es que cuando luego ves las fotos y los vídeos nunca se puede apreciar en su totalidad lo bonito del paisaje ni la profundidad ni la altura del entorno, lo mejor es estar allí para disfrutar de todo aquello.
La escalera se me hace más larga de lo que me pensaba, al llegar al final del primer tramo hay otros más cortos situados más a la izquierda, lo que hace que tengas que pasar de una escalera a la otra pero sin ninguna dificultad. Tras acabar este tramo de escaleras llegamos a un agujero que hay en la roca y por donde continúa la ferrata por el interior de una cueva, aquí sería útil tener un frontal aunque como no es muy larga entra la luz por el otro extremo y hay la visibilidad suficiente como para poder caminar dentro de ella, se puede ir de pie perfectamente, lo malo es que el suelo está lleno de agua y no me quiero mojar la suela de las botas para no perder luego adherencia en la roca, pero es casi inevitable meter el pie en el agua.
Tras cruzar la cueva, de unos 10 metros, salimos por una especie de ventana al otro lado, para darnos cuenta que hemos ido a parar justo por encima de la cascada del Sorrosal, que desaparece bajo nuestros pies. Ahora la ruta discurre por la parte izquierda del río dentro de un barranco, en entorno es realmente espectacular. Al fondo vemos un tronco de madera que hace de puente por el que tenemos que cruzar el río. Cuando estaba a punto de llegar a dicho puente, noté como algo caía al río y se sumergía en el agua, tras mirar detenidamente me di cuenta que era… mis gafas de sol!!! Al entrar en la cueva me las había quitado y las había puesto en el bolsillo del pantalón, pero se me olvidó cerrar la cremallera y con los movimientos de la progresión, pues se fueron para abajo… menos mal que eran de las baratas y ya tenía pensado de jubilarlas…
El tronco-puente se cruza fácil y es corto, aunque no hay que fiarse mucho de los cables que hacen de pasamanos porque son muy inestables, hay que hacer prácticas de equilibrio para llegar al otro lado, donde la ferrata continua ganando algo de altura mientras flanquea ahora por la parte derecha del rio (en el sentido de la subida), hasta que llega a una nueva cascada, pero siempre con el itinerario muy bien equipado y fácil de hacer. Le comento a Esteban que hasta el momento ésta es la ferrata que más nos ha gustado de todas las que llevamos hechas, y él comparte también mi opinión.
Vemos que hay una cuerda gruesa que sale hacia arriba en la dirección opuesta, nos pensamos que ya hemos llegado al final de la vía y que es el camino de vuelta de nuevo hasta el pueblo, pero tras subir por dicha cuerda vemos que la ferrata todavía sigue, ahora con un nuevo tramo de grapas que sube por una pared totalmente vertical de unos 15 metros de altura, el cual tras superarlo y caminar horizontalmente unos metros, nos deja al pie de una arista ancha y rocosa por donde sigue la ferrata.
Pensábamos que ya estaríamos casi arriba del todo, pero vemos que el camino sigue… pues mucho mejor porque esta ferrata nos está encantando y no tenemos ganas que se acabe tan pronto. Lo malo es que ahora el sol nos está dando de lleno y nos hace sudar de lo lindo con lo caluroso que está saliendo el día, mientras íbamos por dentro del barranco de la cascada estábamos escondidos del sol, pero ahora no hay manera de evitarlo.
Las vistas sobre el pueblo de Broto son muy buenas e incluso llegamos a ver mi coche aparcado en el parking del pueblo junto al puente del inicio de la aproximación. Cuando seguimos pensando que el camino ahora sí que ha llegado a su final, volvemos a encontrar nuevamente cable de vida y nuevos agarres, tras haber cruzado un pequeño tramo de bosque, esto parece que no se vaya a acabar nunca… el camino ahora va recorriendo de forma horizontal la parte rocosa del final, y aunque sigue estando equipada con cable, en algunos tramos no hace falta asegurarse si se va con cuidado de no tropezar.
Y por fin, aunque está un poco escondido, un cartel nos indica que ya hemos llegado al final de este preciosa vía ferrata, ahora sólo nos queda ir siguiendo las fechas de color amarillo que hay instaladas en algunos árboles para ir a parar a un llano con hierba donde encontraremos las señales blancas y amarillas del PR que en sentido descendente nos llevarán en unos 20 minutos de nuevo hasta el pueblo de Broto, por suerte este camino baja con bastantes sombras en su recorrido porque el sol está picando de lo lindo.
Mientras bajamos vamos comentando lo chula que estado la ferrata de hoy y lo corta que se nos ha hecho, y aunque llevábamos otra pensada por si hacíamos más de una, preferimos mejor descansar ya que mañana nos espera la ascensión al Bachimala y todavía tenemos que ir hacia la zona del refugio de Biadós, pero como tenemos tiempo nada más llegar al pueblo y quitarnos todos los cacharros de encima aprovechamos para tomarnos algo en el bar que hay al lado del parking y relajarnos un poco, que aunque esta ferrata no sea complicada siempre se va con algo de tensión porque nunca te puedes confiar por muy fácil que parezca el itinerario.
En resumen, una de las mejores ferratas que he hecho, tanto por la espectacularidad de los tramos por los que discurre, como por lo perfectamente equipada que está toda la vía en todo momento, totalmente recomendable a cualquiera que ya tenga un mínimo de experiencia en esta clase de itinerarios.