Friday 17 de September de 2010, 18:04:40

1 Comentarios

Travesía clásica de la Olla de Núria, a través de la cual se ascienden todas las cimas de los picos que rodean el valle de Núria, casi todos ellos cercanos a los 3.000 metros. Nuestra salida la hicimos desde Fontalba, comenzando por el Puigmal y acabando en el pico de Torreneules, con un total aproximado de unos 30 kms., con 2.200 metros de desnivel acumulado y 14 horas de pateada en total, una travesía larga donde las haya pero que nos permite ver toda esta zona desde diferentes perspectivas.

Hoy queríamos hacer una salida en la tuviéramos que caminar mucho, de esas en las que hay que estar caminando de sol a sol sin parar hasta acabar completamente agotado por el cansancio, teníamos ganas de meternos una pateada de las buenas, así que tras mirar varias alternativas decidimos realizar una travesía que hacía tiempo que teníamos apuntada en la agenda: la Olla de Nuria.

Se llama olla de Nuria porque recorre todas las cimas que rodean al valle de Nuria, siguiendo siempre la cresta que une todas esas cimas. Nosotros decidimos salir desde Fontalba ya que queríamos comenzar a caminar muy temprano y no queríamos estar condicionados por el horario del tren cremallera (aparte de lo caro que es!), así, nuestro itinerario fue el siguiente:

Fontalba - Cim de la Dou – Puigmal – Puigmal del Segre – Collado de Finestrelles – Pico de Finestrelles – Puig de Nuria – Collado d’Eina – Pico de Eina – Pico de Noufonts – Collado de Noufonts – Pico de Noucreus – Collado de Noucreus – Pico de la Fossa del Gegant – Puig de Fontnegra – Pico de la Coma del Clot – Coll de Torreneules – Torreneules – Coll de Torreneules – Albergue Pico del Aguila – Santuario de Nuria – Fontalba, con un total aproximado de unos 30 kilómetros de distancia, unos 2.200 metros de desnivel acumulado y 14 horas en total, una auténtica paliza…

Nuevamente me acompaña en esta aventura mi colega Esteban “El Lute”, quien pasa a recogerme con el coche a las 4 de la madrugada, a esa hora salimos de Mataró dirección a Queralbs, la idea es comenzar a caminar justo cuando se haga de día, vamos rápido por la autovía de Vic y luego por la carretera hasta el pueblo, pero como siempre la pistal forestal que sube hasta Fontalba se hace eterna, son sólo 11 kilómetros pero que tenemos que hacer a una velocidad muy reducida, a menos que uno no quiera mucho a su coche, ya que está llena de baches y piedras, pero con paciencia y cuidado se sube bastante bien.

A las 6 de la mañana ya estamos en Fontalba, aún siendo verano se nota el fresco que hay por la altitud, a 2.050 metros, todavía no ha salido el sol así que intentamos ir rápidos preparando las mochilas para comenzar a caminar cuanto antes. Al ser la excursión tan larga tenemos que ir lo más ligeros posibles de peso, pero en contrapartida en todo el recorrido no hay ni un solo punto donde nos podamos abastecer de agua, así que prefiero pecar de prudente y me he traido un total de 6 litros de agua, que aunque pueda parecer una burrada en realidad no lo es, estamos hablando de caminar muchas horas cerca de los 3.000 metros y si el sol nos acompaña en todo el día no vamos a tener ninguna posibilidad de ponernos a la sombra en ningún momento, a esa altura no hay árboles ni nada, por lo que entre la larga caminata y el calor vamos a sudar de lo lindo y necesitamos reponer líquidos durante todo el día a menos que queramos acabar deshidratados, prefiero ir cargado con el peso del agua que no tener que lamentarme de no poder beber a mitad de camino.

Dicho y hecho, nos cargamos las mochilas y comenzamos a subir por las suaves pendientes que siguiendo la cresta nos llevará hasta la primera cima del día y también la más alta de toda la olla, el Puigmal, con sus 2.913 metros. Al principio la pendiente es pequeña lo que nos permite ir entrando en calor poco a poco y quitarnos la sensación de frío que teníamos, esta zona ya la había recorrido en otra ocasión aunque para el Lute era un itinerario nuevo. Toda la olla no tiene ninguna complicación ni dificultad en cuanto al recorrido, la única dificultad es la distancia a recorrer.

Al cabo de media hora el sol comienza a salir tras las montañas, hasta ahora íbamos subiendo muy bien a la sombra pero ahora tendremos el implacable sol encima nuestro todo el día, aunque ya contábamos con ello. Vamos haciendo pausas muy pequeñas para coger aire pero vamos a buen ritmo, y casi sin darnos cuenta en dos horas nos plantamos en la cima del Puigmal, estamos completamente solos y aprovechamos para hacer las fotos de rigor y comer algo para reponer fuerzas, notamos que en cuanto estamos unos minutos parados el frío es bastante intenso así que nos tenemos que refugiar detrás de los muros de piedra que hay cerca para que no nos dé el viento que a esa altura sopla muy frío aún siendo verano.

Tras comer un poco echamos un vistazo a lo que nos espera… una sucesión de collados y cimas que se acaba perdiendo en la lejanía, vemos el Torreneules, nuestro último pico, muy lejos todavía al otro extremo del valle, así que nos ponemos en marcha y comenzamos a bajar hasta el collado de Er, a la izquierda vemos el pico del Puigmal de Llo, que queda fuera de la olla, parece cerca y Esteban me comenta que ya puestos lo podemos hacer también pero le digo que hoy ya haremos bastantes picos y que lo dejaremos para mejor ocasión, al final no demasiado contento lo acepta y por tanto nos dirigimos al próximo pico, el Puigmal de Segre, siempre siguiendo el sendero que discurre por encima de la cresta y siempre con un camino lleno de piedras y rocas, aquí la vegetación no existe o es muy escasa.

Desde el Puigmal de Segre, con sus 2.848 metros vemos lo que ya llevamos recorrido y tenemos una buena panorámica de la forma que hace la olla, el sol se ha ido poniendo más alto y el calor comienza a apretar un poco, a la izquierda tenemos buenas vistas de la parte francesa con la zona del Carlit y el Capcir, donde estuvimos hace unos meses también.

Ahora toca descender casi 300 metros hasta llegar al collado de Finestrelles, lo peor de todo es saber que todos los metros que estamos bajando después hay que subirlos de nuevo, es como una montaña rusa que sube y baja, pero de esta forma también nos permite hacer varios picos en un mismo día. Tras llegar al collado, desde abajo vemos una larga cresta que nos llevará hasta el pico de Finestrelles, cuando ves el siguiente pico desde una cima no parece tan alto pero cuando lo ves desde debajo de los collados sí que lo parecen. Nos tomamos la subida con calma y vamos haciendo pequeños descansos, notamos ya algo de fatiga en las piernas, pero finalmente llegamos al pico de Finestrelles (2.829 m.), donde solamente hay un montón de piedras que marcan la cima.

Tras un descanso un poco más largo bajamos un poco siguiendo el sendero y casi sin darnos cuenta llegamos al pico de Puig de Núria (2.794 m.), que más que cima diría que es una pequeña elevación en la cresta, incluso podría pasar desapercibido si no fuera porque está marcado en el mapa. Desde este pico, que pasamos rápidamente de largo, comenzamos un nuevo descenso que nos va a llevar hasta el collado de Eina, donde comenzamos a ver otros excursionistas que hay por la zona, sobretodo franceses, hasta ahora prácticamente hemos estado solos. En esta zona han ido creciendo algunas nubes que veníamos observando desde lejos, por un lado nos proporcionan algo de fresco al ocultar el sol pero por otro lado se pegan a la montaña formando una niebla que no nos dejaba ver unos metros más allá. El camino no tiene pérdida, teníamos que subir por el sendero bien marcado en la cresta y en medio de la niebla nos plantamos en el pico de Eina, con sus 2.786 metros, tras casi 100 más de desnivel desde el collado.

Esta última subida ya la hemos notado y mucho en las piernas, los metros de desnivel acumulado comienzan a pasar factura y cada próxima subida lo vamos a ir pasando peor aún, sobretodo cuando comienzas a subir, notas como te queman los músculos de las piernas pero hay que seguir adelante. En la cima del Eina la niebla nos envuelve por completo por lo que no podemos ver donde está el próximo pico, el de Noufonts, el camino parece como si siguiera recto tras cruzar la cumbre pero el mapa y la brújula nos indica que tiene que estar exactamente al Este, como no vemos ningún camino tenemos alguna duda hacia donde tirar, nos tenemos que fiar de la brújula así que comenzamos a bajar en dirección Este, y efectivamente durante un breve instante se disipó la niebla y pudimos ver el pico delante nuestro, al poco se volvió a tapar pero ya teníamos el camino a seguir. Esta nueva subida nos volvió a machacar nuestras ya maltrechas piernas, pero finalmente llegamos a la cima del Noufonts, segundo pico más alto de la olla con sus 2.861 metros, esperaba ver algo interesante en la cima pero nuevamente un montón de piedras era lo único que indicaba que estábamos arriba del pico.

Aquí la niebla nos dio una tregua y pudimos disfrutar de las vistas panorámicas, con el pico del Infierno al fondo y toda la zona de Carançà, otro día volveremos por esa parte que también es muy interesante. Aprovechamos para comer un poco de nuevo e hidratarnos de nuevo y comenzamos un brusco descenso hasta el collado de Noufonts, donde se encuentra la cabaña del mismo nombre que por lo que pudimos ver estaba bien acondicionada para casos de emergencia o para hacer un vivac en su interior, la última vez que la vi hace muchos años la recordaba mucho más pequeña y ruinosa, la deben haber arreglado. Aquí encontramos las señales del GR 11 que suben de Nuria y que seguiremos durante un tramo.

Comenzamos la subida hasta el pico de Noucreus, no es demasiado larga pero se nos hace eterna, si las anteriores iban siendo duras ahora ya las piernas comienzan a quejarse de lo lindo, cada paso que damos nos agarrota las piernas y tenemos que ir parando cada vez más frecuentemente, por mucho que le diga a Esteban que le invito a una cerveza si lo hace del tirón, no somos capaces de hacer unos cuantos metros seguidos sin parar…

Pero nuevamente conseguimos llegar a la siguiente cima, el Noucreus con sus 2.799 metros, en el que no paramos y seguimos hacia adelante, hasta llegar al collado de Noucreus con sus famosas nueve cruces de hierro, donde hacemos otro pequeño descansillo. Muy cercano se encuentra el pico de la Fossa del Gegant (2.801 m.), con su piolet metálico en la cima, nos acercamos hasta él para completar una nueva cima y retrocedemos nuevamente hasta el collado de Noucreus, donde abandonaremos el GR y tomaremos definitivamente dirección sur para recorrer la última parte de la olla, a través del sendero que transcurre por encima de la cresta con algunas pequeñas elevaciones intermedias y que nos acabará dejando en el pico del Puig de Fontnegra (2.722 m.). El sol se va escondiendo y saliendo a ratos ya que el cielo sigue bastante nublado, dándonos una falsa sensación de no estar expuestos a la insolación pero la verdad es que en algunos tramos del recorrido tanto Esteban como yo hemos notado dolores de cabeza, no sabemos si por la exposición prolongada al sol, la altura, el cansancio, o un poco de todo junto, la verdad es que nos confiamos en exceso y no tuvimos en cuenta el protegernos contra el sol debidamente, lo que hizo que al cabo de unos días se nos comenzara a pelar toda la piel de la cara, parecíamos lagartos mudando la piel…

Una vez en lo alto del Puig de Fontnegra tenemos la posibilidad de abandonar la Olla tirando hacia la derecha hacia el pico del Aguila para posteriormente bajar hasta el santuario, pero nosotros decidimos seguir más aún y en dirección sureste bajamos hasta el collado de Fontnegra para a continuación volver a subir hasta la cima de la Coma del Clot (2.726 m.), las fuerzas comienzan a estar ya bastante justas y cada paso que damos hacia arriba nos cuesta cada vez más. El tiempo ha comenzado a empeorar y aunque no tiene pinta que vaya a llover las nubes cada vez tapan más la montaña y la niebla nos envuelve a ratos.

Desde esta última cima una larga bajada nos deja en el collado de Torreneules. En teoría la olla acaba aquí y ya deberíamos comenzar el descenso definitivo pero le pregunto a Esteban si nos atrevemos a subir también el Torreneules, el cual no vemos debido a la niebla que ahora mismo lo cubre. En cuanto se disipa un poco y vemos lo que queda, se nos quitan las ganas de subirlo!!!, pero mientras descansamos un poco en el collado llegamos a la conclusión de que ya que estamos aquí y estamos tan cerca no lo vamos a dejar pendiente para otro día, así que nos cargamos de valor para echar el resto y comenzamos a ascender. No vemos ningún camino bien trazado así que subimos por donde podemos, por una zona con enormes rocas, mientras vayamos ganando altura iremos bien, como estamos inmersos de nuevo en la niebla no sabemos cuanto queda pero cuando menos lo esperamos nos damos cuenta que ya estamos arriba del todo, en la cima del Torreneules con sus 2.711 metros.

Ahora sí que damos por concluida la Olla ya que continuar supondría ya meternos en el valle donde está el refugio de Coma de Vaca, así que descendemos de nuevo hasta el collado de Torreneules en medio de la niebla y giramos hacia la izquierda ya en dirección al santuario. Vemos un cartel que nos indica la dirección de Nuria así que nos limitamos a seguirlo. Creemos que el camino comenzará a perder altura pero nos sorprende que va llano e incluso ligeramente subiendo en algunos tramos, aunque está bien definido y no hemos visto ningún otro desvío, así caminamos durante unos cuantos minutos en los cuales cada vez voy teniendo más dudas sobre si será el camino correcto, la niebla no nos deja ver más que unos pocos metros delante y no tenemos referencias.

Tras cruzar una zona herbosa ahora sí que parece que ya comienza a bajar de una forma bastante directa, el camino está señalizado con hitos de piedras así que nos fiamos que sea el camino correcto y seguimos bajando. Tras haber completado la Olla nuestras piernas notan muchísimo el cansancio acumulado y hasta la bajada se nos hace penosa porque se nos cargan un montón los músculos al ir frenando en la bajada. A medida que voy bajando voy teniendo serias dudas que sea el camino correcto, pero en teoría no hemos dejado el camino (aunque no hemos visto ninguna indicación más). Optamos por llegar hasta el fondo de ese valle, donde llegamos a un rio que cruzamos por un puente de hormigón bastante deteriorado, pero en ese punto llegamos a la conclusión que no sabemos donde estamos…

Nos hemos confiado en exceso siguiendo el camino y bajando y no hemos consultado ni el mapa ni la brújula, ahora de poco sirve mirarlo ya que con la niebla no tenemos ninguna referencia y no sabemos el punto exacto donde estamos, la única pista es que el altímetro marca aún 2.300 metros, así que tenemos que estar por encima del santuario. Como nunca había pasado por aquí le comento a Esteban que lo más lógico es seguir bajando y ya encontraremos algo seguro pero él no está muy convencido, lo peor de todo es que se comienza a hacer tarde y aún hemos de volver al coche así que no podemos perder tiempo pensando demasiado. Optamos por seguir bajando junto al río, con la esperanza que ese valle vaya a parar al de Nuria, sabemos que muy lejos no podemos estar e incluso hemos llegado a escuchar el pitido del cremallera, pero esta maldita niebla nos está jugando una mala pasada por habernos confiado tanto…

En un momento dado el camino se bifurca, y tomamos la decisión de seguirlo hacia la derecha aunque tengamos que subir un poco, pero por lógica la dirección a seguir debería ser esa… en un momento dado la niebla se levanta unos pocos segundos, lo justo para que podamos ver enfrente nuestra la silueta triangular del albergue del Pico del Aguila, por fin!!! Menos mal que no nos dio por seguir bajando el río, habríamos ido a parar hasta la vía del cremallera, por lo que pude ver luego en el mapa estábamos en el torrente de Fontnegra mientras descendíamos…

Contentos por haber vuelto a situarnos, bajamos enseguida hasta el santuario de Núria ya que el tiempo apremiaba, y aunque nos moríamos de ganas de tomarnos un buen café en el bar decidimos no perder más tiempo y seguir, ya que el coche se encontraba en Fontalba y todavía teníamos un buen rato hasta llegar allí, el tiempo se nos echaba encima. Nos hicimos unas cuantas fotos y comenzamos a regresar hacia el coche.

Lo malo es que el camino de Nuria a Fontalba comienza subiendo durante un buen rato, y eso nos acabó de rematar lo poco que quedaba de nuestras fuerzas, intentaba ir pensando en muchas cosas para no estar pensando en el camino, pero cada pocos minutos teníamos que ir parando, a veces incluso me preguntaba como era capaz de estar caminando todavía después del palizón que nos habíamos metido hoy en el cuerpo, parece mentira lo que llega a aguantar el cuerpo humano cuando se le pone al límite…

Muchas veces había hecho el camino de Fontalba, pero en esta ocasión se me hizo muy largo, casi eterno, en ese momento sólo pensábamos en llegar al coche y nada más, pero no podíamos correr ni ir deprisa porque las piernas ya no daban más de sí, así que poco a poco fuimos recorriendo metros hasta que por fin salimos del bosque y vimos donde estaba el coche, lo malo es todo el rodeo final que hay que hacer ya que tenemos que llegar hasta el fondo del torrente para seguirlo por el otro lado, parecía como si no fuéramos a llegar nunca, pero como todo lo que empieza luego acaba, finalmente llegamos hasta el coche con el sol ya puesto aunque todavía con algo de luz, 14 horas antes habíamos salido de aquí para recorrer esta exigente travesía, acabamos muy cansados pero enormemente satisfechos y contentos por haber conseguido completarla en su totalidad.

Ahora, cada vez que veo una olla, me vienen a la cabeza todos esos recuerdos… J

�lbums de Fotos relacionados:

• LA OLLA DE NURIA

1 Comentarios

Enviado por Speakbow el Tuesday 21 de September de 2010

�Una buena vuelta!! Felicidades...Me has hecho recordar...Yo me tuve k bajar despues del noufonts....nieblas y esas cosas que pasan...Salud!�