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Estas en MIS AVENTURAS MONTAÑERAS Archivo de Relatos April 2010 Ascension Al Puig Peric (2.810 M.) Y Petit Peric (2.690 M.)
Saturday 10 de April de 2010, 16:37:38
ASCENSION AL PUIG PERIC (2.810 M.) Y PETIT PERIC (2.690 M.)
Tipo de Entrada: RELATO | 4211 visitas

Ascensión al Puig Peric y Petit Peric en la región del Capcir (Francia) saliendo desde la estación de esquí de Formigueres. Es una ruta bastante larga por la distancia a recorrer y el desnivel acumulado que supone el itinerario, pero que nos permite acceder a estas cimas con unas vistas excelentes en todas direcciones debido a su situación. Casi todo el camino con nieve, aunque en la cresta de subida al Petit Peric la roca era más abundante.

Suena el despertador a las 3:00 de la noche, medio dormido me pongo en pie para acabar de preparar la mochila para mi objetivo en el día de hoy: el Puig Peric y el Petit Peric, en la región francesa del Capcir, me espera un largo día por delante…

A las 4:00 puntual como siempre viene a recogerme mi habitual compañero de excursiones, Esteban alias “el Lute”, quien al igual que yo ya estaba deseando que llegara el día, ambos teníamos el mono de montaña desde hacía tiempo y hoy nos vamos a desquitar.

Ponemos rumbo a nuestro destino por la autovía hacia Vic, luego Ripoll, Ribes de Freser, collada de Tosas, Puigcerdà y finalmente entramos en Francia para dirigirnos hasta la estación de esquí de Formigueres, cerca del pueblo del mismo nombre.

A las 7:00 llegamos al parking de la estación, la semana anterior la habían cerrado por fin de temporada por lo que no creemos que habrá mucha gente. Tras tomarnos una buena dosis de café con el termo que hemos traído comenzamos a preparar todos los cacharros, la previsión del tiempo para hoy es mucho sol y efectivamente luego se cumplirá, aunque el ambiente a esta primera hora de la mañana todavía es de frío aunque no es excesivo.

Desde el inicio ya vemos que la nieve todavía cubre el camino en esta cota, estamos a 1.735 metros y nos espera un buen desnivel acumulado de unos 1.400 metros por delante si cumplimos nuestros objetivos. Comenzamos a caminar por la pista que sale del parking y que enseguida pasa por debajo del telesilla para ir hacia la izquierda. Encontramos un cartel indicador a los lagos de Camporells y pintura de color amarillo que hemos de seguir.

Comienza el ascenso, siempre que te pilla en frío los primeros momentos cuesta arrancar hasta que no entras en calor, la nieve está durísima y casi no se clava la bota aunque tenemos buena tracción y no vemos oportuno ponernos los crampones de momento. El camino va siguiendo un tramo bastante paralelo a la pista de descenso de esquí, pero al cabo de unos 20 minutos perdemos por completo las señales de pintura, por más que miramos en todas direcciones no hay manera de encontrarlas. Optamos por ir tirando de momento hacia arriba esperando llegar a algún sitio donde orientarnos mejor, pero tras una subida por el interior de un bosque llegamos a la parte superior de un telesilla, el problema es que no es el que pensábamos que era, nos hemos desviado excesivamente hacia la izquierda y al sacar la brújula vemos que la dirección no es la correcta, mal empezamos…

Tenemos que perder desnivel para llegar a un pequeño collado y remontar por el lado opuesto, donde después de una larga subida, ahora sí, llegamos a la estación superior del telesilla Calmazeille. Algo más tranquilos por volver a encontrar el camino (volvemos a ver las señales de pintura amarilla) aprovechamos para descansar un poco y hacernos unas cuantas fotos sentados en el telesilla, lástima que no los podamos poner en funcionamiento, con lo rápido que habríamos subido así J. Al lado hay un panel informativo donde explica entre otras nuestra ruta que hemos de seguir.

Tras dejar la estación superior, el camino decididamente gira hacia el Oeste para ir ganando altura progresivamente poco a poco, es una subida constante pero sin grandes pendientes, que a ratos va por dentro del bosque y a ratos cruza la pista de esquí. En uno de los árboles nos sorprende encontrarnos un ramo de flores atado al tronco, parece que alguien tuvo algún accidente por aquí lo cual nos recuerda que nunca podemos bajar la guardia.

El sol hace ya bastante rato que ha salido y comienza a apretar de verdad, no hay ni una sola nube en el cielo y comenzamos a sudar la gota gorda, en cuanto dejamos el bosque no hay ni una sola sombra. Tras pasar cerca de una caseta que hay cerca del punto más alto del telesilla, conseguimos divisar a lo lejos el punto más alto de la Sierra de Mauri, que hemos siguiendo por la cresta hasta su cima, en pocos minutos llegamos a lo alto de esta sierra, situada a 2.420 metros de altitud. Solamente hay un montón de piedras acumuladas para indicar este punto.

Ahora tenemos una visión mucho más extensa, y podemos ver nuestros objetivos que desde aquí parecen lejísimos todavía. Abajo están los lagos de Camporells completamente congelados, aunque desde este punto no se aprecian todavía.

Comenzamos a bajar por la parte opuesta hasta los lagos, la bajada se hace de una forma bastante rápida y cómoda, aunque sólo de pensar que a la vuelta vamos a tener que subir todo este tramo de nuevo nos hace temer esta subidita. Por fin conseguimos ver los lagos helados y acabamos localizando el refugio de Camporells al cual nos dirigimos a descansar un poco. El refugio se encuentra cerrado y no hay signos de vida, aunque tiene una pequeña parte libre que está abierta, aunque es muy diminuta pero para sacarte de un apuro es más que suficiente.

Aprovechamos para comer un poco y reponer fuerzas. Visto desde aquí abajo el Petit Peric se muestra más difícil de subir. De hecho vemos la cresta por la que tendremos que subir y desde aquí no se le ve camino posible, aunque intuimos que una vez lleguemos debería estar señalizado de alguna manera. Nos ponemos en marcha de nuevo rodeando el lago, ya que aunque está helado no nos fiamos de caminar por encima de él, no queremos acabar sumergidos en sus gélidas aguas.

No vemos ningún camino ya que está todo tapado por la nieve, por lo que decidimos ir tirando por donde podamos con tal de ir ganando altura y siempre en dirección a la base de la cresta, en algunos momentos la bota se hunde bastante pero no lo suficiente como ponernos las raquetas, todavía se puede aguantar aunque cansa bastante más irte hundiendo de vez en cuando en la nieve. Finalmente conseguimos llegar al inicio de la cresta, este tramo esta más limpio de nieve y deja paso a las rocas y las piedras. Efectivamente vemos un pequeño sendero, aunque algo desdibujado, que mira hacia arriba, por lo que nos limitamos a seguirlo. En un momento dado se mezcla la roca con la nieve y el hielo, y como algunos pasos son algo expuestos decidimos ponernos los crampones, aunque en pocos minutos los tendremos que quitar de nuevo porque molestan más que ayudan en cuanto pasamos a terreno mixto, con muchas más roca que hielo.

La subida por la cresta, sin llegar a ser muy vertical, exige mucha precaución, el terreno está muy inestable y hay muchas piedras sueltas, no te puedes fiar ni un pelo cuando apoyas el pie o la mano para progresar, todo se mueve, es una subida que se hace bastante incómoda y pesada, y hay que ir subiendo por donde se pueda, hasta que no llegas prácticamente arriba no consigues ver la cima. Por fin, y tras un buen rato peleándonos con este tramo, conseguimos llegar a nuestro primer objetivo de hoy, el Petit Peric (2.690 metros).

Desde aquí podemos observar enfrente nuestra su hermano gemelo, el Puig Peric, el cual todavía parece lejano, y nuestra previsión horaria la llevamos con retraso por lo que dudamos si atacarlo o no para no volver demasiado tarde. Finalmente decidimos que ya que estamos aquí hay que intentarlo por lo menos así que sin perder tiempo bajamos hasta el collado que separa las dos cimas para subir por la parte opuesta. Desde aquí podemos observar en todo momento el lago de las Bullosas completamente congelado también, hacia el Sur.

Esta nueva subida comienza a pesar para las piernas, con el calor que hace la nieve está bastante blanda y hace que nos hundamos bastante, intentamos seguir rastros de alguna huella anterior abierta pero en algunos momentos sube tan directo que optamos por zigzaguear y abrir nuestra propia huella, dada la inclinación de este tramo con nieve nos hemos vuelto a poner los crampones y usamos el piolet para clavarlo en la nieve y ganar seguridad. Cuando comenzamos a subir desde el collado la subida se preveía larga, pero que nos diésemos cuenta ya casi estábamos arriba, donde conseguimos llegar a la cima bastante cansados por todo el desnivel que llevábamos ya acumulado, habíamos conseguido nuestro segundo objetivo, el Puig Peric (2.810 metros).

Las vistas desde aquí arriba y con el día tan espléndido que teníamos eran infinitas, vimos que todavía quedaba muchísima nieve por todo el Pirineo, si bien curiosamente en la cima donde estábamos apenas había, supongo que el viento la habría barrido toda. Nos sacamos las fotos de rigor y paramos a comer un poco y disfrutar del momento. En ese momento me di cuenta que una de mis dos cantimploras había perdido todo el agua por estar mal cerrada, y el resto ya casi lo habíamos bebido todo y nos quedaba aún toda la vuelta bajo un sol persistente… lo primero que se me ocurrió fue llenar la cantimplora de nieve y esperar a que se derritiera un poco para poder ir bebiendo tragos cortos, la verdad es que funcionó y por lo menos pude quitarme la sensación de sed.

En lo alto de la cima hay un cajón con algunos trozos de papel, se supone que debería haber un libro de firmas pero no estaba. Desde aquí veíamos el Carlit, pico que habíamos ascendido hacía unos meses y donde lo pasamos bastante mal en la subida, se nos ocurrió ir sin el equipo adecuado y el camino no estaba para bromas…

Tras el descanso volvemos sobre nuestros pasos y comenzamos el descenso, la nieve a esta hora ya está muy blanda y no me hace ninguna gracia caminar por ahí, constantemente me viene a la cabeza la posibilidad de un alud y quiero pasar este tramo cuanto antes. Finalmente llegamos de nuevo al collado que separa las dos cimas. Esta vez optamos por bajarlo directamente desde ahí hacia el norte, para evitar tener que subir de nuevo el Petit Peric, la idea es rodearlo. En un primer momento vamos sorteando las rocas del camino, pero más abajo solo hay nieve y la pendiente es moderada, así que optamos por sentarnos en el suelo y deslizarnos por la pendiente en plan tobogán, usando el piolet como freno ya que en cuanto te descuidas un poco la velocidad que coges es considerable. Esto nos permite perder altura de una forma rápida aunque el tramo no es demasiado largo y enseguida tenemos que volver a seguir caminando, ahora sin perder ni ganar altura, en dirección a los lagos de Camporells de nuevo, a la derecha nos queda el Petit Peric.

En cuestión de poco tiempo llegamos de nuevo al inicio de la cresta y de ahí hacia abajo hasta los lagos de nuevo. Esta vez decidimos bordear el lago por el otro extremo aunque hay que dar una vuelta impresionante, en las reseñas indicaba que había una pasarela de madera pero con tanta nieve no la conseguimos ver. En un momento dado, cuando creemos que estamos bordeando el lago, nos damos cuenta que estamos sobre él!!! Menos mal que el grosor del hielo era considerable y aguantó nuestro peso aunque por si las moscas enseguida salimos de allí y al poco rato estábamos de nuevo en el refugio de Camporells donde aprovechamos para hacer un último descanso y beber algo de la nieve derretida de mi cantimplora.

Tenemos por delante unos 200 metros de desnivel hasta llegar de nuevo a lo alto de la sierra de Mauri, pero se nos hacen interminables, el desnivel acumulado de todo el día nos está pasando factura y hace que cada pocos pasos tengamos que parar a recuperarnos un poco para poder seguir, lo peor es que no se ve el final de la subida, en ese momento solo deseamos llegar arriba para comenzar a descender por el otro lado, esta última subida está sobrando en nuestra excursión de hoy, después de varias horas de caminata lo último que queremos es tener que subir para luego bajar de nuevo.

Pero por fin llegamos de nuevo arriba, nos quitamos los crampones y comenzamos a tirar en dirección al parking de Formigueres. Ahora vemos mucho más claras las señales de color amarillo, incluso diría que está hasta excesivamente señalizado, no sé por donde nos metimos en la subida que no veíamos ni una. El camino a ratos se mete en el bosque pero ya estamos cansados y optamos por ir por medio de las pistas de esquí, la pendiente de bajada es más constante y se pisa mucho mejor, lo que nos permite avanzar a buen paso si bien la distancia que todavía nos queda aún es considerable. Esta excursión técnicamente no tiene dificultades pero la distancia total y el desnivel acumulado son las mayores complicaciones que se pueden encontrar.

Tras una larga caminata por las pistas por fin vemos a lo lejos el parking, con el calor que hace hay tramos en los que la nieve y el hielo se han convertido en granizado y está todo muy pastoso, cosa normal con las altas temperaturas de hoy.

Finalmente por fin podemos llegar al coche, donde el Lute se bebe una botella entera de agua, hacía horas que iba con la boca seca y estábamos algo deshidratados por nuestra escasez de agua. Enseguida nos pusimos a cambiarnos de ropa, en cuanto nos metimos dentro del coche nos sentimos muy satisfechos por haber conseguido un nuevo objetivo sin ningún problema, aunque todavía nos quedaban 3 horas de coche hasta casa, pero así tendríamos tiempo de ir planeando la siguiente excursión…



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